martes, 21 de julio de 2015

Problemas perniciosos y perniciosas soluciones, el caso del suministro mundial de alimentos.

En un sistema complejo no hay ni problemas ni soluciones. Tan sólo hay cambio y adaptación”.

 
 Crédito: Tom Colbie https://tomcolbieart.wordpress.com/


Autor: Ugo Bardi
Fuente: Resource Crisis
Fecha: 13 julio 2015

Me hallo de regreso de dos días de completa inmersión en un encuentro sobre algo bastante nuevo para mí: El suministro mundial de alimentos. Todavía me estoy recuperando del impacto. Cada vez que se profundiza en algo se ve cuán inmensamente complejas son las cosas en comparación con la pálida sombra del mundo que se percibe desde la titilante pantalla del televisor. Todo es complejo, y todo lo complejo se torna pernicioso una vez se comience a verlo como un problema. Y los problemas perniciosos generan soluciones perniciosas.

¿Se puede pensar en algo peor que un problema pernicioso? Sí, es perfectamente posible: se trata de una solución perniciosa. Esto es, una solución que no sólo no hace nada por solventar el problema, sino que de hecho lo empeora. Desafortunadamente, si trabajas en dinámica de sistemas pronto aprendes que la mayoría de los sistemas complejos no son sólo perniciosos sino que sufren por las perniciosas soluciones. (Véase este ejemplo).

Dicho esto vayamos a uno de los problemas más perniciosos en los que puedo pensar: el del suministro mundial de alimentos. Intentaré comunicar aquí al menos un poco de lo que aprendí en un reciente congreso sobre la materia conjuntamente auspiciado por la FAO y la rama italiana de la System Dynamics Society. Dos días de debates llevados a cabo en Roma durante una monstruosa ola de calor que puso en aprietos a los sistemas de aire acondicionado de la sala de conferencias y que hizo que caminar desde ahí al hotel fuese una tarea comparable a caminar en un planeta alienígena: te traía la sensación de que necesitabas un traje espacial refrigerado. Pero mereció la pena acudir ahí.

En primer lugar, ¿Debemos decir que el suministro mundial de alimentos es un “problema”? Sí, en tanto en cuanto notes que la mitad de la población mundial sufre problemas de desnutrición, si no hambre. Y de la otra mitad restante, una gran fracción no está correctamente alimentada, porque la obesidad y la diabetes tipo II son enfermedades pujantes. Dijeron en el congreso que si continúa la tendencia, la mitad de la población mundial va a sufrir diabetes.

Así que si tenemos un problema ¿es realmente pernicioso? Sí, lo es, en el sentido de que es extremadamente difícil encontrar una buena solución y los resultados suelen ser exactamente lo contrario de lo pretendido en un principio. El sistema de suministros de alimentos es un endiablado sistema complejo que alberga una serie de subsistemas interrelacionados que interactúan unos con otros. La producción de alimentos es una cosa, pero el suministro de alimentos es una historia completamente distinta que implica transporte, distribución, almacenamiento, refrigeración, factores financieros, factores culturales y está afectada por el cambio climático, la conservación de los suelos, población... y mucho más, incluyendo el hecho de que la gente no sólo come “calorías”, necesita comer alimento -una equilibrada combinación de nutrientes. En un sistema tal, cada cosa que toques reverbera en todo lo demás. Es un caso clásico del concepto conocido en biología “no puedes hacer solamente una cosa”.
Una vez hayas obtenido una vaga impresión de la complejidad del sistema de suministro de alimentos -tal y como puedes hacer en dos días de completa inmersión en un congreso- puedes también comprender cuan pobres y poco ingeniosos son a menudo los esfuerzos por “resolver el problema”. El error básico que casi todo el mundo comete aquí (y no sólo en el caso del suministro mundial de alimentos) es intentar lienarizar el sistema.

Linearizar un sistema complejo significa que que actúas sobre un sólo elemento del mismo esperando que todo el resto no cambie como consecuencia. Se trata del enfoque “mira, es simple” favorecido por los políticos (*). Funciona así: “mira, es simple: hagamos esto simplemente y el problema estará resuelto”. El significado de “esto” varía con la situación. Con el sistema de alimentos a menudo implica algún truco tecnológico para incrementar las productividades agrícolas. En algunos casos implica gritar fuerte “vayamos a los transgénicos”.

Desafortunadamente, incluso la asunción de que las productividades agrícolas pueden ser incrementadas en términos de calorías producidas sirviéndose de transgénicos (posible, pero tan sólo en sistemas agrarios industrializados), luego el resultado es una cascada de efectos que reverberan en todo el sistema; de forma típica transformando un sistema resiliente de producción rural en uno frágil, parcialmente industrializado – sin mencionar el hecho de que esas tecnologías a menudo empeoran la calidad nutricional de los alimentos. Y, asumiendo que sea posible incrementar las productividades, ¿cómo encuentras los recursos financieros a fin de construir las infraestructuras requeridas para incrementarlas? Necesitas camiones, frigoríficos, almacenes, y más. Incluso si consigues mejorar todo eso, a menudo el resultado es simplemente que tornas el sistema más vulnerable a los impactos exteriores tales como los incrementos de los precios de los combustibles y fertilizantes.


Hay otros ejemplos egregios de lo profundamente sesgada que es la estrategia del “mira, es simple”. Una es la idea de que podemos resolver el problema erradicando el desperdicio de alimentosEstupendo, pero ¿cómo puedes exactamente hacerlo y a qué coste? (**), ¿y quién pagará la necesaria renovación del sistema de distribución?. Otro enfoque “mira, es simple” sostiene que “ si todos nos hiciésemos vegetarianos habría abundante comida para todo el mundo”. En parte esto es verdad pero tampoco es tan simple. De nuevo se presentan problemas de distribución y transporte, y el hecho de que los occidentales compren “alimentos ecológicos” en sus supermercados tiene poco impacto en la situación de los pobres del resto del mundo. Y luego, algunos alimentos ecológicos son voluminosos y por lo tanto difíciles de transportar. También son fácilmente perecederos, necesitan refrigeración. Algo similar ocurre con la estrategia “consume local”. ¿Cómo administras las inevitables fluctuaciones del volumen de producción local?. En otros tiempos, estas variaciones eran las causantes de hambrunas periódicas que se aceptaban como ley de vida. Regresar ahí no es exactamente la forma de “solucionar el problema de suministro de alimentos”.

 
Una forma diferente de abordar el problema se centra en la reducción de la población humana. Pero también aquí incurrimos en el error “mira, es simple” ¿Qué conocemos exactamente de los mecanismos que generan sobrepoblación y cómo intervenir en ellos? A menudo los proponentes bajo este enfoque parecen creer que sólo tenemos que inundar de preservativos los países pobres (lo cual es mucho mejor que inundarlos de bombas. Pero imaginemos que se puede reducir la población mediata formas no traumáticas, luego se interviene en un sistema donde “población” significa una combinación de diferentes nichos económicos y sociales: tenemos población urbana, periurbana y rural. Una reducción de población implicaría un trasvase de población de un sector a otro que podría implicar pérdida de capacidades de producción en las áreas rurales, o por otro lado pérdida de capacidades de financiación de la producción si se pudiese reducir la población en las áreas urbanas. De nuevo, la reducción de población en sí misma es una linearización que no funcionará como se espera que lo haga, incluso en el caso de que pudiera ser implementada.
Al enfrentarse a la complejidad del sistema escuchando a los expertos debatirla, uno tiene la sensación perturbadora de que se trata de un sistema realmente muy difícil para ser abordado por los humanos. Debería ser al mismo tiempo un experto en agricultura, en logística, en nutrición, en finanzas, en dinámica demográfica, y mucho más. Una cosa de la que me dí cuenta como modesto experto en energía y combustibles fósiles es cómo los expertos en alimentación no caen en la cuenta de que la disponibilidad de combustibles fósiles va a reducirse necesariamente en un futuro cercano. Lo cual tendrá enormes efectos en la agricultura: piense en los fertilizantes, mecanización, transporte, refrigeración, y más.

Pero no vi que estos efectos fuesen tomados en cuenta por la mayoría de los modelos presentados. Algunos investigadores mostraron diagramas que extrapolaban hacia el futuro las actuales tendencias en curso tal y como si la producción de petróleo fuese a mantener un crecimiento durante el resto del siglo y más allá.

Lo mismo es aplicable para el Cambio Climático: No vi en el congreso que se dijese mucho sobre los efectos extremos del rápido cambio climático que pueden tener en la agricultura. Es comprensible: disponemos de buenos modelos que nos cuentan ya como subirán las temperaturas, y cómo afectará a algunos de los subsistemas del planeta (p.ej. nivel de los mares) pero no hay modelos que pudieran decirnos cómo el sistema agrícola reaccionará al cambio de patrones climáticos, diferentes temperaturas, sequías o inundaciones. Tan sólo piense sobre cuán profundamente los rendimientos agrarios en la India están vinculados al ciclo de los monzones y podrá aproximarse a la idea de lo que pueda ocurrir si el cambio climático les afectase.

De modo que la impresión que obtuve del congreso es que nadie está realmente aprehendiendo la complejidad del problema tanto a nivel individual como de las organizaciones. Por ejemplo, no oí en ningún momento un término crucial utilizado en dinámicas del mundo, el cual es “Overshoot(Sobrecarga). De forma que es verdad que actualmente podemos producir suficiente alimento -medido en calorías- para la actual población. ¿Pero por cuánto tiempo seremos capaces de conseguir eso? En algunos casos describiría los enfoques que vi como intentos de reparar un reloj mecánico sirviéndose de un martillo. O intentando pilotar un transatlántico insertando un mondadientes en la hélice.

Pero hubo también elementos positivos provinientes del encuentro de Roma. Uno de ellos es que la FAO, aunque una gran -y a veces torpe- organización, entiende cómo la dinámica de sistemas es una herramienta que puede ayudar mucho a los diseñadores de las políticas a mejorar el manejo del sistema de la producción de alimentos. Y, posiblemente, ayudándoles a concebir mejores ideas a fin de “solventar el problema de los alimentos”

Esto es más difícil de lo que aparenta: la dinámica de sistemas no es para todo el mundo y enseñársela a los burócratas es como enseñarles a lo perros a resolver ecuaciones. Toma mucho trabajo y no funciona muy bien. Por otra parte los practicantes de la dinámica de sistemas son a menudo víctimas del síndrome del “diagrama spaghetti”, que consiste en dibujar modelos complejos abarrotados de pequeñas flechas que van de un lado a otro, tras lo que muestran su interna satisfacción al contemplar el lío que han plasmado. Pero también es cierto que en el congreso vi mucha buena intención entre los varios actores en la materia tratando de encontrar un lenguaje común. Esto es una buena cosa, difícil, pero prometedora.


Finalmente ¿Cuál es la solución al “problema del suministro de alimentos”? Si me pregunta intentaré proponer un concepto: “En un sistema complejo no hay ni problemas ni soluciones. Tan sólo hay cambio y adaptación”. Como corolario diría que puede resolver un problema (o intentarlo) pero no puede resolver el cambio (ni siquiera intentarlo). Sólo puede adaptarse al cambio, deseablemente de una forma no traumática.
En este sentido, la mejor forma de abordar la presente situación del suministro de alimentos no se trata de buscar soluciones imposibles (perniciosas) -p.ej GMO´s- sino incrementar la resiliencia del sistema. Lo cual implica trabajar a nivel local e interactuar con todos los actores implicados en el sistema de suministro de alimentos. Es un enfoque sensible. La FAO lo está siguiendo actualmente y puede asegurar un suministro razonable incluso en presencia de los shocks inevitables que se aproximan como resultado del Cambio Climático y los problemas de suministro energético. ¿Puede ser de ayuda la Dinámica de Sistemas? Probablemente sí. Por supuesto queda mucho trabajo por hacer, pero el congreso de Roma fue un buen comienzo.

Agradecimientos: Stefano Armenia, Vanessa Armendariz, Olivio Argenti y todos los organizadores de joint Sydic/FAO conference en Roma.

Notas.
(*)Una vez que se aborda el problema de los alimentos no se puede ignorar la situación del Tercer Mundo. Como consecuencia la reunión no sólo se componía de occidentales y el debate se amplió incluyendo formas diferentes de ver el mundo. Un debate particularmente interesante que tuve fue con una investigadora mexicana. De acuerdo con su opinión, la linearización de sistemas complejos es una característica típica -y bastante nociva- de la forma de pensamiento occidental. Comparó esta visión lineal con el enfoque “circular” que, según ella, es típico de las culturas ancestrales mesoamericanas, como la Maya y otras. Este enfoque, ella dijo, podría ayudar mucho al mundo a abordar problemas nocivos sin empeorarlos. Simplemente transmito esta opinión, no dispongo personalmente del suficiente conocimiento para juzgarla. No obstante, estoy de acuerdo en que algo pernicioso en la forma en que el pensamiento occidental modela todo y a todos a su propia imagen.

(**)En el sistema alimentario, la idea de que “Mira es simple, erradiquemos el desperdicio de comida” es exactamente paralelo al enfoque de “cero desechos” para los residuos urbanos e industriales. Tengo cierta experiencia en este campo, y puedo decir que se propone a menudo, la idea “cero desechos” simplemente no puede funcionar. Implica grandes costes y simplemente hace al sistema más y más frágil y más vulnerable a los shocks. 

Esto no significa que los desechos sean inevitables, de ninguna manera. Si no puedes construir un sistema industrial de “cero desechos”, síque puedes construir subsistemas que procesen y eliminen tales desechos. Estos subsistemas, no obstante, no pueden funcionar sirviéndose de la misma lógica del sistema industrial al uso; debe ser redefinido para operar con bajos niveles de recursos. En la práctica es el enfoque de la “administración participativa” (véase el trabajo del profesor Gutberlet) Se puede hacer con los desechos urbanos, pero también con los desechos de alimentos y es otra forma de incrementar la resiliencia del sistema.


4 comentarios:

  1. “En un sistema complejo no hay ni problemas ni soluciones. Tan sólo hay cambio y adaptación”

    Estoy de acuerdo. Además esto no solo ocurrirá en la "curva descendente del sistema" sino que también ocurrió en la ascendente. La adopción de la agricultura se realizó a base de un notable esfuerzo humano de adaptación y restos fósiles de hace 10.000 años evidencian deformaciones oseas asociadas a las tareas agrícolas pesadas.

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  2. Si la poblacion se redujera hoy a la mitad, habria mucho mas que ganar que perder.
    Y no es que sea un fan de "mira, es simple". ¿Que se perderian producciones en el campo, empleos y ciertas tecnicas centenarias?, si, pero dado el sistema actual de informacion y produccion, no se perderia nada "critico". La cuestion es que la solucion tiene unos tintes morales y religiosos muy tatuados a fuego, eso y no otra cosa, es lo que hay que combatir.

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